Sentir que mi pareja no me llena es delegar la satisfacción de la vida. Para encontrar el porqué de este fenómeno es necesario reconocer en sí mismo de donde viene esta insatisfacción, ser conscientes que estamos buscando algo en nuestra pareja y pensar que realmente tu pareja no es como tú quieres que sea. Pero al mismo tiempo encontrar soluciones de cómo sentirse pleno y satisfecho con tu pareja.
¿Alguna vez has sentido que tu pareja no te llena?
Sentir que tu pareja no te llena es quizás uno de los sentimientos más comunes en las relaciones. Sobre todo, entre las parejas que ya han pasado algún tiempo juntos y que han agotado lo que algunos expertos señalan como “el periodo o efecto luna de miel”. Si en este momento estás experimentando que tu pareja no te llena, no te satisface, no te hace feliz o no te completa, sigue leyendo, ya que este artículo podrá cambiar la forma de cómo percibes lo que estás viviendo.
No todas las personas experimentan este sentimiento con la misma intensidad, pero es frecuente ver cómo se manifiesta este fenómeno de diferentes maneras en las relaciones de pareja. ¿Quién no ha pensado alguna vez que “sería más feliz si su pareja fuese más cariñosa, más ordenada, fiel, más abierta sexualmente, etc.”? La mayoría de las personas en algún punto de la relación hemos observado “objetivamente” a nuestra pareja, e identificado que nos hace falta algo para sentirnos completos. Puede ser más amor, más atención, más sexo, más tiempo juntos, más protección, más comprensión, etc. Este sentimiento “de vacío” suele estar justificado por nuestro razonamiento de acuerdo con lo que vemos en nuestra pareja. Para algunos, este sentir se queda en algo esporádico, quizás inofensivo, pero en otras personas, este sentimiento se convierte en algo realmente incómodo y hasta puede contribuir a que se acabe la relación.
Sentir que tu pareja no te llena, parte del supuesto implícito de que tu pareja es la responsable (al menos en parte) de cómo te sientes. Es decir, que surge de la creencia de que tu pareja debería completarte, satisfacerte de algún modo; porque es tu pareja y es esperable que sea de esa manera. Pero resulta que sentir que tu pareja no te llena, es delegar (en él o ella) la responsabilidad de tu propia satisfacción. Si logras entender hasta aquí, te invitamos a seguir leyendo para descubrir de dónde surge este sentimiento y qué soluciones existen ante esta situación.
¿De dónde viene este sentimiento de insatisfacción?
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La razón por la cual experimentas este sentimiento tiene más que ver con el propio funcionamiento de la mente humana y con acontecimientos o impactos emocionales en la primera infancia. Pero te preguntarás, ¿qué tiene que ver el funcionamiento de la mente humana, o los impactos en mi primera infancia, con que no me sienta satisfecha(o) con mi pareja o con mi relación? Pues bien, este sentimiento de insatisfacción o “vacío” tiene todo que ver con el hábito del ser humano (o de la mente) de buscar “afuera” algo que nos llene. No es un secreto que la gran mayoría de los seres humanos están buscando en experiencias o condiciones externas, la paz, la felicidad y la alegría que no experimentan de plano. No hace falta ser muy observador, para darse cuenta cómo las personas buscan a su manera lo que creen que los hará plenos: el éxito, el dinero, el reconocimiento, la aceptación, la protección o el amor de otros para “sentirse bien”. Es lo que nos han enseñado desde pequeños y por lo general no se reflexiona en torno a esta “actitud de búsqueda”, porque todo el mundo parece hacer lo mismo. Esta “actitud de búsqueda” se vuelve automática e inconsciente porque por lo general está justificada con “deseos y sueños” que creemos que son propios y no instaurados.
Este “vacío”, sentimiento de insatisfacción o “actitud de búsqueda”, nace desde que estábamos pequeños. Pues desde temprana edad, en la primera infancia, se viven eventos, no necesariamente traumáticos, que se convierten en heridas emocionales. Lo veamos o no, estas heridas emocionales que traemos desde que somos pequeños, junto con lo que vemos en nuestros padres (o quienes representen este rol), configuran y determinan nuestras actitudes de vida, nuestras creencias, reacciones, miedos, preferencias, etc.
¿Imaginabas que tus vivencias durante la primera infancia podrían influir en tu relación de pareja en la adultez?
Así mismo, este “vacío” y “actitud de búsqueda” se ven reflejados en nuestras relaciones, es decir, que inconscientemente estamos buscando algo en una relación de pareja. Inconscientemente (a veces conscientemente) las personas buscan en sus relaciones: seguridad económica, protección, respaldo, valoración, compañía y este es el problema en sí mismo, pues el vacío que intentan cubrir no puede ser llenado con cosas externas u otras personas. Es fácil que las personas señalen que sus parejas sí las llenan porque se sienten bien cuando están con ellas, pero lo cierto es que ese sentir va pasando con el tiempo, pues va superando el efecto bioquímico que es tan natural y satisfactorio cuando estamos estrenando juguete, relación, oficio, etc., llevándonos a recaer de nuevo en el vacío que sentimos de plano y que no se ha llenado. Por lo tanto, exigirle o tan siquiera esperar que la pareja llene este vacío es simplemente inútil y en consecuencia, lo único que lograrás es que tu pareja se sienta asfixiado(a) y con la carga de responsabilidad por la plenitud de alguien que no es él(ella) mismo(a).
Pero ¿cuándo justificamos este sentimiento de insatisfacción en la relación de pareja?
Este sentimiento de insatisfacción se ve justificado cuando comparamos nuestra relación con estándares sociales o culturales, cuando la contrastamos con pasadas experiencias (ex parejas) o con lo que nos cuentan o vemos en otras relaciones, en definitiva, cuando la miramos con expectativas. Esta comparación es un hábito natural en la mente, pero creer que solo cuando tengamos lo que queremos, entonces seremos felices, es una ridícula ilusión. Es cuestión de tiempo, una vez logremos “eso” que tanto anhelamos, la mente establecerá un nuevo marcador para volver a justificar el vacío. Para que puedas reconocer esto último, sólo recuerda cuántas veces has estado súper emocionado(a) porque estabas estrenando el carro o la casa que querías, o cuando estabas súper enamorado(a) cuando recién comenzabas la relación con esa persona especial con la que soñaste, solo para darte cuenta de que, con el tiempo, los sueños y los anhelos se reconfiguran y se redireccionan a un mejor carro o en una pareja diferente (o quizás la misma con características diferentes). Esta insatisfacción que se hace más prominente con el tiempo, es también confundida con desamor, en el caso de las relaciones románticas.
Si puedes reconocer en ti mismo(a) que estás buscando algo en tu pareja que no le corresponde a él o ella entregar, entonces vas por muy buen camino. Mejor aún, si puedes reconocer que este “vacío” solo está siendo justificado por tu mente con cosas exteriores, entonces mucho mejor. Pues, como ya sospechas, nadie aparte de ti puede llenar el vacío de amor. Pero entonces te preguntarás, ¿cómo lleno el vacío? ¿Cómo hago para sentirme pleno(a) y lleno(a)? Hacer consciencia de este fenómeno no es suficiente para que se diluya este sentimiento, tan solo nos señala que venimos buscando la solución por el camino equivocado. Es decir, no importa cuántas veces mejores tu carro, cuántas veces remodeles tu hogar, cuántas veces encuentres una persona mejor, la mente no parará nunca de querer algo más. Si has comprendido esto sigue leyendo para descubrir la solución.
Sueño erótico viene de la satisfacción física del cuerpo
Para el cuerpo humano el encuentro se vuelve una necesidad y aunque haya relaciones frecuentes, se requiere un desfogue sexual sobre todo cuando hay abstinencia, especialmente cuando quieres satisfacer a tu pareja. Mente y cuerpo son unidad, en el momento en que se desarrollan pensamientos eróticos el cuerpo reacciona para estar en el punto que necesita.
A veces soñar con eso no tiene un significado emocional, sino físico.
¿Cómo puedo lograr sentirme pleno(a) y satisfecho(a) con mi pareja?
La solución rápida y superficial tiene que ver con detener todo aquello que hacemos desde el sentimiento de “vacío” e insatisfacción. Cualquier reclamo, exigencia, actitud, reacción o decisión que hacemos desde la falsa creencia que nuestra pareja “nos debe” algo por ser nuestra pareja, no tiene ningún sentido y no es saludable para mantener viva la relación. Esta solución, si bien es cierto que la puedes implementar ya mismo, también es un hecho que no reparará “el vacío” de fondo. Igual sentirás rabia cada vez que sientas que no se te da algo que consideras necesario para tu bienestar, pero al menos evitarás que la relación termine gracias al conflicto y el desgaste que le suceden a este sentimiento.
La otra solución es la de raíz. Pues el hecho de que estés experimentando este sentimiento de “vacío” o insatisfacción, y reconozcas que no se llenará jamás con algo externo, es una oportunidad de oro para hacerte cargo de las heridas emocionales que lo generan. Existen metodologías y profesionales en el campo de las relaciones interpersonales que te acompañan a transcender o sanar dichas heridas con las que has venido viviendo, y que no se sanarán con el tiempo, por el contrario, solo se hacen más dolorosas.
Entonces, ahora sabiendo todo esto: ¿qué harás al respecto?